Poco después de que la nieve se derrita, las malas hierbas se apoderan rápidamente del jardín y del jardín.
Los veraneantes experimentados no pierden la oportunidad de hacer de las malas hierbas sus aliadas. Puede obtener muchos beneficios de ellos, pero es importante hacerlo bien.
La primera “cosecha” de malezas consiste en ortigas, pamplina, cochinillas, dientes de león y varias otras plantas.
No puedes dejarlos en el sitio, pero usarlos como materia prima para fertilizantes es una opción ideal.
Para preparar la composición nutricional se utiliza un barril de plástico. En él se colocan todas las verduras, llenando el recipiente hasta 2/3 del volumen.
Luego, la materia prima se llena completamente con agua y se cubre con una tapa. Simplemente puedes cubrir el cuello con una película. El cañón debe colocarse en el lugar más soleado.
Después de unos 4-5 días, comenzará la fermentación. Una espuma intensa en la superficie será una señal de que el fertilizante está listo. Este fertilizante contiene los llamados "tres grandes": nitrógeno, potasio y fósforo.
El fertilizante se puede utilizar como fertilizante para plantas en invernaderos y en campo abierto. Pero no se utilizan en forma pura, sino que se diluyen con agua en una proporción de 1:10.
Algunos residentes de verano, tratando de mejorar un fertilizante que ya es excelente, agregan varios ingredientes al barril: productos biológicos, amoníaco, azúcar. Pero los agrónomos no recomiendan complementar el fertilizante verde con otros componentes.