Los jardineros experimentados saben desde hace mucho tiempo cómo determinar si las plantas cultivadas en una parcela carecen de microelementos.
Los residentes de verano hacen esto con solo mirar las hojas de un cultivo en particular.
Entonces, si notas que las hojas superiores tienen venas verdes y entre ellas amarillas, además, las hojas se curvan o arrugan, esto significa que la clorosis férrica ha venido a visitarte.
A pesar de que este fenómeno no puede considerarse generalizado, a nadie le vendrá mal conocer las medidas para combatir la clorosis férrica.
Afortunadamente, tratar este flagelo no es difícil.
Todo lo que se requiere de un agricultor que ha descubierto que sus plantaciones son deficientes en hierro es rociar las camas con preparaciones que contengan este mismo elemento.
Estos incluyen "Iron Chelate", "Ferovit", "Micro-Fe" y otros.
Por último, recordemos: las plantas más susceptibles a la clorosis férrica son aquellas que se ven obligadas a “existir” en suelos pobres o en condiciones climáticas desfavorables, por lo que el proceso de fotosíntesis se ralentiza y el cultivo no puede. absorber los elementos necesarios.