En el primer mes de verano, un jardinero puede aumentar significativamente las posibilidades de obtener una abundante cosecha de tomates.
Para hacer esto, debe realizar un procedimiento simple con los arbustos.
Por lo tanto, es aconsejable eliminar el exceso de láminas foliares de la planta.
En este caso, el cultivo del huerto distribuirá las fuerzas de forma más correcta, dando “preferencia” a los frutos.
Es necesario quitar las hojas que se encuentran en la parte inferior de la planta.
En primer lugar, debes deshacerte de las láminas de las hojas que entran en contacto con la cobertura del suelo.
Normalmente hay que quitar dos o tres hojas semanalmente.
Se recomienda realizar el primer procedimiento de este tipo en el segundo o tercer diez días de junio.
La acción debe repetirse hasta que el jardinero alcance la primera inflorescencia. No es necesario quitar las hojas situadas más arriba.
Es recomendable realizar el procedimiento por la mañana. Además, es importante que no llueva ni baje las temperaturas.
Si todo se hace correctamente, lo más probable es que no haya problemas con la fructificación. Además, es poco probable que la planta sufra enfermedades.