Uno de los fertilizantes orgánicos más comunes es el estiércol.
¿Qué hacer si no está ahí? Reemplázalo con otros fertilizantes igualmente efectivos.
Las opciones alternativas son humus, turba, compost, cenizas de madera e incluso abono verde. El estiércol de pollo es rico en nitrógeno.
Para aumentar el volumen, los veraneantes mezclan fertilizantes, como compost y turba.
Los complejos minerales que contienen macro y microelementos también son un excelente sustituto del estiércol. Contienen nitrógeno, potasio, fósforo, además de zinc, cobre, molibdeno, hierro y calcio.
Otra alternativa son los fertilizantes combinados, organominerales.
Contienen materia orgánica, minerales y complejos vitamínicos con humato y humina.
Por tanto, es muy posible sustituir el estiércol. Pero no puedes prescindir de fertilizantes. Después de cada temporada, el suelo debe reponer su aporte de nutrientes para que la cosecha no decepcione.