Las fresas verdes pueden pudrirse y enmohecerse debido al hecho de que la fruta se toca ligeramente o se encuentra completamente en el suelo.
Por su propio peso, las bayas caen al suelo y los brotes del arbusto no pueden sostenerlas.
De esta forma, los frutos no solo pueden pudrirse, sino que también pueden convertirse en presa fácil de las plagas. Les resulta aún más fácil llegar a las fragantes bayas que yacen en el suelo.
Corregir la situación es más fácil de lo que parece. Necesitarás una botella de plástico de 5 litros. Corta la parte inferior, eligiendo la altura óptima. Se corta la parte inferior y se hace un corte vertical para que sea más conveniente fijar el casquillo.
La planta se envuelve cuidadosamente en un anillo de plástico. Después de esto, los brotes y las bayas quedarán a los lados sin tocar el suelo.
También existen stands comerciales que cumplen una función similar. Entre los trucos populares, hay otra opción con una banda elástica, que se utiliza para atar un arbusto. Esto le permite elevar los brotes y las bayas por encima del suelo.