Los jardineros experimentados lo saben y comparten rápidamente la información: la fertilización de las cerezas depende en gran medida de la edad que haya alcanzado el árbol.
Entonces, si la cereza tiene entre dos y cuatro años, en primavera necesita urea o nitrato de amonio.
Estas composiciones deben utilizarse para pulverizar cerca de los troncos de los árboles.
Si su huerto de cerezos ya ha cumplido cuatro años, conviene aumentar la dosis de solución nutritiva.
Después de que la nieve se derrita, es decir, en marzo-abril, utilice 30 g de nitrato de amonio por “cuadrado” de tronco para alimentar al árbol.
En mayo, se permite usar gordolobo: para preparar el fertilizante, diluya 2 litros de estiércol de vaca en un balde de agua y agregue 10 tazas de ceniza de madera.
Finalmente, si la cereza tiene más de siete años, vale la pena traer no uno, sino un par de cubos de este tipo a la vez.
A finales de mayo, “trate” los árboles con fertilizantes de fósforo y potasio.
Por ejemplo, puedes diluir una cucharada de sulfato de potasio en un balde de agua y utilizar el líquido nutritivo para regar el tronco del árbol. El superfosfato necesitará unos 30 g por planta.