Se sabe desde hace tiempo que la cosecha depende no sólo de la calidad de la semilla, del estado del suelo y de otros aspectos agrotécnicos.
La luminaria nocturna hace su contribución invisible, y para que el trabajo no sea en vano, los jardineros recomiendan mirar periódicamente el calendario lunar.
Las observaciones a largo plazo del comportamiento de la Luna han demostrado que si se plantan frutas y verduras en los llamados días desfavorables, no es necesario contar con una cosecha.
Hay dos momentos de este tipo durante el ciclo lunar: la luna nueva y la luna llena.
Sin embargo, además de las fases lunares, es necesario recordar que una buena cosecha solo se obtendrá con material de semilla cuidadosamente preparado (que pese entre 30 y 90 gramos), el cumplimiento de las reglas de rotación de cultivos (cambie el campo una vez cada 2 años), así como calentar y germinar patatas (10 días antes de plantar los tubérculos se dejan en una habitación con una temperatura del aire de al menos 20 grados centígrados).
Es obligatorio el tratamiento contra enfermedades y plagas con preparados fungicidas e insecticidas.
Todo lo demás depende de la luz nocturna y del trabajo del residente de verano.
Pero si tenemos en cuenta el factor lunar, entonces debemos planificar los aterrizajes para la primera quincena de mayo.
En cuanto a la primavera de 2023, en el calendario para este caso cabe destacar del 2 al 4 y del 7 al 10.
Recuerde que en el momento de plantar el suelo debe calentarse hasta 8 grados centígrados a una profundidad de 10 a 12 cm.