Las grosellas son un cultivo de bayas popular y saludable que deleita a los jardineros con sus frutos aromáticos y jugosos.
Pero para obtener una buena cosecha, no solo es necesario plantar y podar los arbustos correctamente, sino también alimentarlos de manera oportuna.
En primavera, las grosellas necesitan nutrición adicional para estimular el crecimiento y el desarrollo. ¿Qué fertilizantes son mejores para esto? Veamos 5 opciones efectivas.
Abonos minerales. Contienen todos los elementos necesarios para las grosellas: nitrógeno, fósforo, potasio y oligoelementos.
En primavera, las grosellas necesitan especialmente nitrógeno, que estimula el crecimiento de brotes y hojas.
Puedes utilizar fertilizantes como urea, nitrato de amonio, azofoska o productos complejos para cultivos de frutos rojos. La tasa de aplicación es de 20 a 30 g por arbusto. Los fertilizantes minerales se disuelven en agua y se riegan desde las raíces o se esparcen sobre la superficie del suelo y se aflojan ligeramente.
Abonos orgánicos. Enriquecen el suelo con materia orgánica, mejoran su estructura y retención de humedad, aumentan su fertilidad y actividad biológica. Los fertilizantes orgánicos incluyen estiércol, humus, compost, infusiones de hierbas, solución de levadura y otros. La tasa de aplicación es de 3-5 kg por arbusto. Los fertilizantes orgánicos se pueden utilizar en forma pura o en forma de soluciones o infusiones. Se distribuyen alrededor del anillo del tronco y se cubren con mantillo o se entierran en el suelo.
Ceniza de madera. Es una valiosa fuente de potasio, fósforo, magnesio, calcio y otros oligoelementos para las grosellas. La ceniza aumenta la resistencia de las plantas a enfermedades y plagas, promueve la formación de bayas grandes y dulces. La tasa de aplicación es de 100 a 200 g por arbusto.
La ceniza se puede mezclar con otros fertilizantes o utilizar de forma independiente. Se esparce sobre la superficie del suelo y se riega con agua o se cubre con mantillo.
Cáscara de huevo. Este es un material excelente para alimentar grosellas en primavera. La cáscara contiene calcio, que fortalece las paredes de las células vegetales, mejora su inmunidad y protege contra la pudrición y las manchas. Tasa de aplicación: 100-150 g por arbusto. Primero hay que secar las cáscaras, triturarlas y tamizarlas. Puede esparcirse sobre la superficie del suelo o mezclarse con abono o humus.
Abono verde. Son plantas que se cultivan para mejorar el suelo y alimentar otros cultivos. El abono verde enriquece el suelo con nitrógeno y materia orgánica, suprime las malas hierbas, mejora la estructura del suelo y el intercambio de agua y atrae insectos beneficiosos.
Los abonos verdes como mostaza, altramuz, frijoles, guisantes, trébol, alfalfa y otros son muy adecuados para las grosellas. La tasa de siembra es de 30 a 50 g por metro cuadrado. El abono verde se siembra antes del invierno o principios de la primavera debajo de las grosellas o entre hileras. Antes de florecer, se podan y se excavan en el suelo.
Alimentar a las grosellas en primavera es una etapa importante en el cuidado del arbusto, que asegurará su salud y fertilidad.
Elija fertilizantes según las necesidades de la planta y el estado del suelo. No exageres con las dosis y frecuencia de fertilización, para no dañar las grosellas. Siga las reglas de seguridad cuando trabaje con fertilizantes y controle la reacción de la planta ante ellos. Entonces tus grosellas te deleitarán con sus fragantes y jugosas bayas.