Los pepinos crujientes, jugosos y aromáticos son un gran complemento para la mesa. Pero, ¿cómo conseguir una cosecha verdaderamente de alta calidad?
Aquí todo es sencillo.
Los lechos para pepinos deben prepararse con antelación.
Primero hay que cavar un hoyo de 40 centímetros de profundidad y llenarlo con materia orgánica (paja, hierba). No estaría de más añadirle un poco de nitrato de amonio para acelerar la descomposición.
Después de eso, el hoyo debe llenarse con tierra y humedecerse.
Después de dos semanas, cuando el área se haya vuelto más densa, puede comenzar a plantar vegetales.
Primero necesitas hacer agujeros. Deben llenarse con cualquier fertilizante potásico. El sulfato de potasio servirá. Además, se pueden utilizar productos con nitrógeno, por ejemplo, urea.
En el futuro, conviene recordar las medidas agrotécnicas sencillas.
En este caso, se puede obtener una rica cosecha de pepinos a bajo coste.