No todos los propietarios de tierras están ansiosos por retocar árboles y arbustos, pero aun así quieren obtener una cosecha.
Pocas personas rechazarán las frutas jugosas, sabrosas y saludables. Para los veraneantes que no quieran dedicar todo su tiempo libre a los árboles, existen opciones sin pretensiones.
Rara vez se enferman, crecen en cualquier suelo, toleran bien el frío y producen ricas cosechas. Sin embargo, los frutos son pequeños y amargos. No se comen frescos, sino que se preparan en compotas, conservas y mermeladas.
El árbol da frutos durante años, incluso en zonas donde ningún ser humano ha puesto un pie durante años. Sin embargo, antes de comprar conviene aclarar si la variedad es autofértil. De lo contrario, necesitará 2 o 3 árboles más para la polinización. Las variedades autofértiles prescinden de una "pareja".
Se arraigan bien incluso en suelos pobres. Sin embargo, los veraneantes hacen dos advertencias.
En primer lugar, es mejor no plantar nueces cerca de la casa debido a su sistema de raíces desarrollado, lo que puede obligar a reparar los cimientos. En segundo lugar, las raíces del árbol liberan al suelo sustancias poderosas que inhiben el desarrollo de otras plantas. Por lo tanto, la nuez se planta fuera de casa y alejada de otros cultivos.
Perfecto para residentes de verano a quienes no les gusta preocuparse por el jardín. Las cerezas rosadas tienen buena inmunidad y resistencia a las heladas. El árbol produce una gran cosecha y, a cambio, casi no requiere mantenimiento.
Los melocotones comunes son caprichosos y exigentes con las condiciones climáticas. Los melocotones higos son todo lo contrario. Se trata de un cultivo sencillo, de alto rendimiento y resistente a las heladas.
En el caso del espino amarillo, sólo hay que seguir una regla importante. Debe plantar dos plántulas: masculina y femenina; de lo contrario, no habrá floración.