La menta es una planta versátil que resulta adecuada para decorar y condimentar algunos platos de carne, ensaladas e incluso postres.
Además, la menta es adecuada para añadir a las bebidas, ya que le da un sabor refrescante e inolvidable.
Muchos veraneantes cultivan esta hierba aromática por su cuenta.
Aún así, también es muy útil porque tiene un efecto calmante.
Pero pocas personas conocen el peligro que trae la menta al jardín.
Lo que pasa es que la planta crece rápidamente y conquista nuevos territorios. Las raíces que envuelven grandes espacios son, en última instancia, difíciles de eliminar.
Pero el problema se puede prevenir. Para ello, es necesario hacer vallas. Son adecuadas las hojas de pizarra que se entierran en el suelo.
También se recomienda plantar menta en recipientes separados, por ejemplo, en un balde, para que las raíces no crezcan en toda el área.