Los huevos cocidos son una opción de desayuno sencilla y muy saludable.
Pero, una vez que el producto esté listo, no conviene escurrir el agua. Es mucho mejor verterlo en un frasco para usarlo más tarde.
El hecho es que este líquido está lleno de elementos útiles (flúor, fósforo y magnesio) y ayuda a mejorar la salud de las plantas.
Este líquido también funciona como estimulador del crecimiento. Pero conviene recordar que sólo se puede utilizar frío.
El producto no se puede utilizar más de una vez por semana. Antes de regar, las camas deben humedecerse previamente con agua limpia.
Puedes alimentar a las plantas con el agua en la que se cocieron los huevos, no solo regándolas desde la raíz. Los jardineros experimentados dicen que este líquido se puede rociar sobre el follaje.
Es recomendable realizar el procedimiento por la noche.
A los tomates, las berenjenas y las lechugas les gustará especialmente esta alimentación. Además, el producto se puede utilizar en arbustos de bayas y árboles frutales.