A las grosellas les encantan los fertilizantes naturales, que son bastante sencillos de preparar.
Es necesario preparar cáscaras de papa (de 6 a 8 frutas) y cáscaras de 3 plátanos. Es recomendable utilizar estos residuos frescos.
Se deben dejar en remojo en un balde de agua de 10 litros durante una semana.
Después de eso, la infusión debe diluirse nuevamente con agua en una proporción de 1 a 1.
El resultado debería ser 20 litros de fertilizante. Puedes gastar solo 5 litros en cada arbusto.
Los restos de la infusión se pueden enterrar debajo de los arbustos y cubrirlos con mantillo.
Como resultado, las grosellas tendrán la fuerza para producir una cosecha abundante de frutos grandes y sabrosos.
Hay otra opción de alimentación. Para hacer esto, debes cavar inmediatamente la cáscara debajo de las grosellas. El fertilizante no empezará a actuar inmediatamente, sino con el tiempo.
Todos los fertilizantes deben aplicarse al suelo previamente humedecido. Es recomendable repetir el procedimiento 3-4 veces por temporada.