Las grosellas te deleitarán con una abundante cosecha de frutas sabrosas y saludables si cuidas adecuadamente el arbusto.
Aquí es necesario recordar no solo los procedimientos agrotécnicos para el cuidado de la planta, sino también que el arbusto debe trasplantarse periódicamente.
¿Cómo sabes cuándo es el momento de hacer esto? Es necesario prestar atención al estado de la planta. Si ha crecido, ocupa mucho espacio y escasea, así como si el suelo se agota y esto afecta negativamente a la fructificación, entonces estos son signos obvios.
Sólo los arbustos que tienen entre 3 y 5 años pueden tolerar la replantación normalmente.
Es mejor trasplantar grosellas en primavera. Esto debe hacerse antes de que se hinchen los cogollos. Si esto ya sucedió, el trasplante deberá posponerse hasta el otoño.
Es importante adoptar un enfoque responsable a la hora de elegir una ubicación. Es deseable que haga sol, pero que haya algo de sombra parcial.
Además, no conviene elegir tierras bajas donde el agua se estancará. Esto puede provocar la pudrición de las raíces.
El área debe estar protegida de corrientes de aire.
Las dimensiones óptimas del hoyo para plantar grosellas son: profundidad: 30-40 centímetros, el diámetro depende del tamaño del arbusto (en promedio, 50 cm). El suelo debe estar suelto y fértil. Es aconsejable agregar de antemano una mezcla de humus, compost, sulfato de potasio (30 g por 1 m2) y superfosfato (30 g por 1 m2) en el hoyo de plantación. También conviene añadir un vaso de ceniza de madera por cada metro cuadrado para mejorar la composición del suelo.