La floración de la mayoría de los cactus se puede estimular con un pequeño “sacudida” en invierno y principios de primavera.
Si la planta obstinadamente no florece y se seca, una simple acción la despertará. Incluso los floricultores y biólogos experimentados lo recomiendan.
El truco no está en fertilizar y regar de forma especial. Cada planta pasa por un ciclo determinado. Entonces, los cactus no florecerán si están constantemente calientes. En invierno y principios de primavera, es beneficioso mantenerlos en una habitación fresca.
Una temperatura por debajo de los +20 ... 25 °C habituales sirve a los cactus como señal de que pronto comenzará la primavera. Tan pronto como lleguen los días cálidos y haya mucha luz solar, las plantas florecerán.
La primera y más importante regla a la hora de mantener cactus en una habitación fresca es dejar de regar. Especialmente si la temperatura es inferior a +10 °C. Hay algunas especies que requieren temperaturas más bajas, alrededor de +5 °C.
Por ejemplo, rebutia, lobivia, pseudolobivia, esclerocactos, pediocactus, tefrocactus y otros.
Pero para los ferocactus, eriocactus, fryleys y algunos gimnocalyciums, es mejor prever una temperatura de +15 °C. También es importante que la habitación sea luminosa y seca.
Al final de la invernada, los cactus a menudo se vuelven más pequeños, arrugados y algunos de ellos, por ejemplo, lophophora, se vuelven blandos. Esto es normal.
En la primavera, después de un riego cuidadoso, las plantas, al sentir la humedad, desarrollarán nuevas raíces, se saturarán de agua y adquirirán su aspecto anterior. Y aquellos ejemplares que hayan alcanzado la edad óptima te deleitarán con una magnífica floración.