Clematis te deleitará con una floración sin precedentes si les prestas un poco de atención en primavera.
Todo jardinero que cultiva esta planta se esfuerza por conseguir enormes enredaderas completamente cubiertas de flores.
La poda se realiza cuando comienzan a crecer los cogollos de los brotes del año pasado. Retire los brotes secos, débiles y torcidos con cogollos pequeños. Sólo quedan los más fuertes y sanos.
Si no hay ninguno, tendrás que quitar todos los brotes. El problema es que lo más probable es que estas clemátides hayan sido dañadas por roedores. Después de una poda radical, crecerán nuevos cogollos desde el cuello de la raíz. Clematis del tercer grupo tolera fácilmente dicha poda.
El marchitamiento es la enfermedad más terrible de la clemátide. Los jardineros intentan no encontrar este problema, porque... puedes quedarte sin planta. Los suelos ácidos se encalan con harina de dolomita: 200-300 g por 10 litros de agua.
Si el suelo es alcalino, riéguelo contra enfermedades con una solución de "Fundazol": 10 g por 10 litros de agua.
En primavera, la clemátide se fertiliza con nitrato de calcio: 30 g por planta. Aplicar dos veces con un intervalo de 7-10 días. Una semana y media después de la segunda alimentación con nitrato de calcio, la planta se fertiliza con materia orgánica (gordolobo, tintura de hierbas, etc.).