Los productos domésticos habituales a veces pueden resultar de gran ayuda en la lucha contra las plagas del jardín.
Una de esas drogas es la pasta de dientes. Gracias a sus propiedades bactericidas y su composición especial, es muy eficaz.
Las orugas de la mariposa de la col dañan gravemente esta verdura. Se diluye un tubo de pasta de menta que pesa entre 50 y 70 g en un balde de agua de 10 litros.
El contenido del balde se mezcla bien y se deja en infusión durante 2-3 horas.
Luego, el líquido se vuelve a mezclar y se rocía sobre el repollo.
Si es necesario, puedes sustituir la pasta por polvo de dientes.
Se recomienda realizar el procedimiento en un día sin viento y sin lluvia, por la noche.
Si llueve, volver a realizar el tratamiento. Para lograr el mejor resultado, es necesario rociar varias veces.
Las babosas y los caracoles no dañarán tus plantaciones si los tratas con una solución de pasta de dientes. Su olor específico, así como los componentes incluidos en la preparación, repelen las plagas.
Para mayor efectividad, puedes agregar pimienta negra o mostaza a la pasta diluida con agua. Su sabor y olor acre no atraerán a los insectos.
Además, se esparcen grava, cáscaras de huevo rotas o nueces a lo largo del camino de las babosas. El polvo de dientes tiene el mismo efecto. Simplemente se vierte sobre las camas.
Los tomates sufren mucho de una enfermedad llamada tizón tardío. Las plantas afectadas no se pueden salvar; mueren. Por tanto, lo mejor es tomar medidas preventivas para evitar que aparezca la enfermedad.
Para tratar el tizón tardío se utiliza una pasta blanqueadora. Contiene los elementos más efectivos. Se diluye un tubo grande en 2 litros de agua, se agita bien y luego se agrega el líquido hasta un volumen de 10 litros. La mezcla resultante se rocía sobre los tomates para que el agua riegue abundantemente el follaje tanto desde arriba como desde abajo.
Para preparar el suelo para plantar, hacerlo más adecuado y limpiarlo de microorganismos dañinos, también es adecuada la pasta de dientes. También reduce la acidez, la tierra recibe elementos útiles como el calcio y el flúor.
Al preparar una solución para cultivar la tierra, utilice la siguiente concentración: un tubo del producto por 3 litros de agua. El suelo se puede regar de esta forma tanto en primavera como en verano.
Esta forma sencilla y económica de proteger las plantas de diversas plagas y enfermedades se puede utilizar con frecuencia. Es fácil y no requiere mucho esfuerzo ni inversión.