Después de la emergencia, las plántulas requieren cuidados especiales. Los brotes amigables pueden comenzar repentinamente a secarse o volverse amarillos y, al mismo tiempo, el crecimiento de la planta se detiene.
Si el problema de estirar los arbustos parece comprensible y solucionable, entonces la vegetación amarillenta y seca es una clara señal de angustia.
Qué pasa con los brotes jóvenes y cómo salvar la futura cosecha, informa SB.BY.
1. Lo más sencillo es la falta de humedad. Los jardineros asustados, después de leer los consejos de que regar en exceso no es tan malo como regar en exceso, pueden secar el suelo. Pero este no es el único problema, y reconocer la causa en este caso no es difícil.
2. Es posible que las plántulas no tengan suficiente potasio, y esto no se debe a un suelo pobre, sino a su mala absorción.
La razón principal vuelve a ser el agua, si los jardineros utilizan agua del grifo sin sedimentar para regar.
El agua debe ser blanda y para ello la lluvia o el agua derretida son las más adecuadas.
Puede salvar las plántulas mediante alimentación foliar. Esto aumentará significativamente la probabilidad de absorber una deficiencia de potasio.
Para la alimentación se utiliza monofosfato o sulfato de potasio.
También conviene recordar que las plantas pueden carecer de elementos como magnesio, azufre, nitrógeno, etc.
Es importante poder distinguir las señales y responder a estas señales de manera oportuna.