El estado de las hojas de las plántulas es un indicador de la salud de las plantas. El color amarillento indica problemas.
Puede haber varias razones.
Muy a menudo, el error radica en el cuidado inadecuado de las plántulas.
Por ejemplo, con falta de humedad o exceso de fertilizantes, el color de las hojas puede cambiar.
Si las plantas carecen de manganeso, aparecen manchas de color amarillo claro en las hojas. En tal situación, es necesario fertilizar con sulfato de manganeso.
Si las plántulas necesitan hierro, las hojas serán amarillas, pero las venas permanecerán de un verde intenso. Lo óptimo es realizar una fertilización foliar con quelato de hierro.
Cuando las plantas frágiles sufren falta de potasio, los bordes de las hojas comienzan a ponerse amarillos y a secarse. Basta con añadir cualquier fertilizante potásico para corregir la situación.
Las plantas también necesitan nitrógeno. Con su deficiencia, las hojas de las plántulas se vuelven amarillas de manera uniforme. La situación se puede salvar añadiendo productos minerales u orgánicos. Por ejemplo, es adecuada urea o infusión de hierbas.