Desde la antigüedad, la gente ha notado que las plantas vivas pueden influir en la energía de un hogar y de una persona, tanto positiva como negativamente.
Los esoteristas han identificado varios colores que no benefician a las mujeres, sino que, por el contrario, “roban” su felicidad y amor.
Los esoteristas hablan negativamente de esta flor. Indican que la flor provoca enfermedades del sistema reproductivo y es la causa de la soledad femenina. Los especialistas en bioenergía aconsejan tener cuidado con el cultivo de violetas, ya que existe la posibilidad de que su dueña se arriesgue a vivir sola.
La planta tiene follaje venenoso y reputación de "asesina de hombres". Los esoteristas dicen que la planta impide que una mujer inicie una relación a largo plazo.
La creencia popular dice que cuanto más magnífica sea una planta así, más rápido se romperá el matrimonio o la relación.
Desde la antigüedad, la planta tiene fama de ser un “imán” de desgracias. Los esoteristas afirman que las amantes cissus suelen sufrir la traición de sus elegidos.
Las supersticiones clasifican a esta planta como un "vampiro". Se cree que debido a Monstera, una persona a menudo tiene dolor de cabeza y siente pérdida de fuerza, apatía y pereza. Y los bioenergéticos añaden: la monstera en el dormitorio significa el fin de las relaciones íntimas.
Destruye las relaciones amorosas, conduce a la ruptura del matrimonio. Es especialmente indeseable que las mujeres solteras tengan una rosa china.
Una leyenda popular dice que la energía de un cactus es demasiado “espinosa” para los hombres que aparecen en su territorio.
La planta libera mucho dióxido de carbono y provoca dolores de cabeza en los humanos. Según los expertos, el helecho “ahuyenta” a todos los admiradores de su dueño.
Ficus tiene mala reputación no solo en los países de la antigua URSS, sino también en Occidente. La planta recibió el sobrenombre de "planta de la viuda" después del final de la Segunda Guerra Mundial. Resultó que en las familias donde no había ficus, la mayoría de los hombres regresaban del frente. Desde entonces, los ficus están mal vistos.