No es necesario ser agrónomo para cultivar plántulas robustas de cultivos amantes del calor de la familia de las solanáceas: tomates, pimientos y berenjenas.
Entre los residentes de verano, se valoran las plántulas de cultivos de hortalizas que no son muy altas, pero con patas densas y gruesas. Esta es la primera señal de un cuidado adecuado.
Estas plántulas arraigan mejor, florecen antes y dan una excelente cosecha.
Hoy en día puedes comprar una amplia variedad de fertilizantes, desde minerales y orgánicos hasta productos biológicos.
Además de estos, también existen suplementos populares. Y se cree que la opción más eficaz es el yodo farmacéutico.
Este elemento es necesario para las plantas jóvenes y en crecimiento, que al principio también necesitan activamente nitrógeno. El yodo le permite normalizar los procesos responsables de la absorción de nutrientes importantes.
Se alimentan tanto los brotes jóvenes como los que ya son más altos después de la recolección. Durante el tiempo posterior a la recolección y antes del trasplante al suelo, las plántulas se pueden alimentar con yodo solo una vez.
Para preparar la solución, es necesario disolver 1 gota de yodo en 1,5 litros de agua.
Las plántulas se riegan con una jeringa o una cucharadita.
Si alimenta después de la recolección, la solución se prepara con 1 gota de yodo por 1 litro de agua. Consumo: 2 cucharadas por raíz.