La mosca de la cereza sólo se llama convencionalmente "mosca de la cereza". De hecho, daña voluntariamente la cosecha de cerezas, cerezas, albaricoques y otras frutas de hueso, incluso la madreselva.
Al mismo tiempo, no es tan fácil entender que este insecto en particular está en el jardín. Te contamos qué señales lo indican y cómo afrontarlo.
La mosca se despierta cuando el aire se calienta hasta 16 grados centígrados. Por ello, es necesario combatirlo a principios de primavera aflojando la tierra y colocando trampas pegajosas. Si se encuentra en ellos una criatura que tiene un color similar a una avispa o una abeja, pero que mide solo 4-6 mm, entonces la mosca ya se ha asentado en su jardín.
El procesamiento comienza antes de que comiencen a formarse los primeros ovarios. Durante la floración, las hembras ponen huevos en la base de la futura baya. Dicen que un solo insecto puede formar hasta 150 nidadas.
Por lo tanto, el tratamiento se realiza al comienzo de la floración y al menos 2-3 veces. Pero la lucha realmente debe comenzar después de que la nieve se derrita.
A principios de la primavera, un aflojamiento profundo del suelo en el círculo del tronco de los árboles frutales de hueso ayuda mucho.
Entre los productos industriales utilizados se encuentran los medicamentos “Aktellik”, “Iskra”, “Alatar”, “Aktara”, “Aktofit” o “Fufanon-nova”. Este último es más eficaz, pero tóxico.
Como trampas se utilizan botellas de plástico con mermelada, zumo o miel. La solución debe actualizarse diariamente y los insectos deben destruirse. Pero este método sólo debe utilizarse junto con el procesamiento. Por sí solo es ineficaz.
Además, vale la pena luchar contra los pulgones de las cerezas, porque los insectos acuden en masa a las secreciones de esta plaga.