Hay al menos dos señales seguras de una cosecha de ajo de alta calidad.
En primer lugar, es la suficiente densidad y dureza de los bulbos. En segundo lugar, esta es la jugosidad de las rodajas.
La planta de especias tendrá exactamente estas características si se la cuida adecuadamente.
Hablamos de aplicar fertilizantes y proteger contra diversas dolencias.
Estos dos efectos positivos se obtendrán simultáneamente si prestas especial atención al riego de los cultivos de tu jardín. Entonces, a veces vale la pena agregar sal al líquido.
El procedimiento ayudará a reponer la deficiencia de nutrientes en el suelo.
Además, la planta estará protegida de plagas y enfermedades.
Simplemente agregue un par de cucharadas de cloruro de sodio a un balde de agua.
Después de mezclar bien, obtendrá un líquido que debe verterse en una regadera.
Es recomendable regar los ajos con agua salada tres veces durante el primer mes de verano. El intervalo entre procedimientos debe ser de 10 días.