Muchos residentes de verano suelen perder una parte importante de su cosecha de tomates debido a la pudrición apical.
Si tan solo supieran que existe un remedio que podría deshacerse fácilmente de este problema.
Para ello no necesitarás nada más que nitrato de calcio. Este fertilizante se disuelve instantáneamente en agua tibia, lo que lo hace muy conveniente para tratar plántulas jóvenes hoja por hoja.
Puede comenzar a fertilizar ya en la etapa de 2-4 hojas verdaderas.
Para ello, por supuesto, conviene preparar una solución de 0,5 cucharaditas de nitrato de calcio y 1,5 litros de agua.
Después de la primera pulverización se repite la fertilización dos veces más, manteniendo un intervalo de 14 días entre ellas.
Después de que los tomates migren al jardín, no estará de más usar el mismo nitrato de calcio para regar.
En este caso, diluya una cucharada del medicamento en un balde de agua y humedezca las camas 2-3 veces en mayo y junio.