Después de podar el jardín, los jardineros suelen quemar las ramas y utilizar la ceniza como fertilizante.
El producto de la combustión es beneficioso para las plantas. Sin embargo, existen otras formas de utilizar los brotes cortados.
Los residentes de verano no tiran ramas de cereza, espino amarillo, limoncillo, frambuesa, manzano, pera y grosella, sino que preparan té con ellas.
El resultado no sólo es una bebida sabrosa y aromática superior a la comprada en la tienda, sino también saludable.
Este té fortalece el sistema inmunológico y ayuda con los resfriados, por ejemplo, una bebida de frambuesa se utiliza como antipirético.
Los veraneantes colocan las ramas cortadas en el agua. Con el tiempo, los botones florales inactivos se despiertan y presagian la llegada de la verdadera primavera.
Las más espectaculares son las ramas de cerezas, cerezas y ciruelas. Pero los brotes de las ramas de los manzanos y perales tardan más en florecer.
Cuando los brotes se marchitan, se pueden tirar a un pozo de abono o quemarlos mientras se cocinan brochetas.