En verano, los arbustos de grosella están sembrados de bayas para aquellos residentes de verano que no son perezosos en primavera y siguen tres sencillos pasos.
El trabajo en el jardín protegerá a las plantas de enfermedades y garantizará un crecimiento y una fructificación explosivos. Puede actuar ya en abril.
Utilice tijeras de podar para eliminar los brotes dañados, enfermos, viejos y secos. Además, es necesario eliminar las ramas que crecen hacia adentro.
Esto mejorará la circulación del aire, reducirá el riesgo de desarrollar enfermedades fúngicas y el arbusto no desperdiciará recursos en brotes viejos.
Para reducir las posibilidades de desarrollar enfermedades fúngicas, los arbustos deben tratarse con sulfato de cobre: 100 g por 10 litros de agua.
Después de la poda, las grosellas necesitarán fuerza para desarrollar brotes jóvenes. Serán los más fructíferos en el futuro.
En primavera, las grosellas necesitan fertilizantes nitrogenados. El círculo del tronco del árbol se riega con agua y luego se rocía con gránulos de urea: 15 g por arbusto adulto. El fertilizante se incorpora al suelo.