Hay dos opciones para la ubicación de la pila de abono.
Así, los residuos orgánicos pueden enviarse al pozo. O tal vez... en una caja. Echemos un vistazo más de cerca a la segunda opción.
Al elegir un recipiente para el abono, muchos jardineros cometen errores graves, como resultado de lo cual pierden valiosos fertilizantes.
¿Qué reglas debes seguir al elegir un contenedor de abono?
El contenedor de abono debe tener tapa.
¿Para qué es? La respuesta es sencilla: proteger el contenido de la precipitación.
Si la lluvia o la nieve entran en la masa de abono, quedará sin compuestos útiles: simplemente serán arrastrados.
Debe haber agujeros en las superficies laterales del contenedor para ventilación.
Si las paredes son sólidas, entrará poco oxígeno en la caja. También pueden surgir problemas con el exceso de humedad.
El resultado puede ser el comienzo de un proceso tan desagradable como la descomposición. La pila de abono ya no será adecuada para agregarla al suelo.
Vale la pena enfatizar: solo se necesitan orificios de ventilación en las paredes. Pero la tapa de la caja no debe tener agujeros ni grietas.