Por qué muere el aloe: razones que deben eliminarse antes de que sea demasiado tarde

14.03.2023 02:00
Actualizado: 14.04.2023 15:34

A pesar de su sencillez, el aloe suele morir, especialmente entre los jardineros sin experiencia.

Esto causa desconcierto a muchos: el cultivador intenta complacer a la planta, la cuida con todas sus fuerzas, pero muere. Mientras que otras crecen maravillosamente sin ningún cuidado.

Este acertijo tiene una solución sencilla: la falta de cuidado elimina automáticamente la mayoría de las razones por las que el aloe muere. Esto no significa que debas renunciar a la planta. Esto significa que las causas de muerte deben eliminarse antes de que sea demasiado tarde.

Razón uno: demasiada humedad

El aloe acumula una gran cantidad de agua en sus hojas, por lo que puede sobrevivir varios meses sin regar nada.

En su entorno natural, esta capacidad le ayuda a abastecerse de humedad durante las lluvias y luego sobrevivir tranquilamente a la sequía.

Áloe
Foto: © Belnovosti

Si el cultivador riega de forma intermitente, esto provoca la pudrición del sistema radicular y la muerte de toda la planta.

Al salir, debe recordar una regla: es mejor llenar de menos que de más. El secado completo del suelo no es peligroso, pero el anegamiento es destructivo.

Segunda razón: incumplimiento de la estacionalidad

La primavera y el verano son un período de crecimiento activo. En esta época el riego se vuelve más frecuente; lo mejor es sacar la maceta al exterior o al balcón, habiendo acostumbrado previamente la planta a los rayos del sol. Cuanto más ligera, más gruesa es el tallo, más carnosas las hojas y más compacta la roseta.

El otoño y el invierno son un período de descanso. En este momento, todos los procesos se ralentizan, la parte aérea carece de luz.

Durante este período, es necesario reducir el riego al mínimo; puede esperar hasta que el terrón de tierra se seque por completo. Lo mejor es mantener la maceta en una habitación fresca y luminosa.

Si el aloe se riega abundantemente en invierno y se mantiene caliente, puede pudrirse.

Razón tres: frío y humedad.

La planta tolera bien las bajas temperaturas; algunas especies crecen incluso en regiones donde hay ligeras heladas en invierno. Pero si la masa de tierra del aloe de interior está húmeda y fría, el sistema de raíces se pudrirá. Por eso, es muy importante no dejarse llevar por el riego en el periodo otoño-invierno.

Es mejor dejar que la tierra se seque.

Además, los jardineros inexpertos suelen dañar el aloe rociándolo sobre las hojas. La humedad se acumula cerca del tallo en los pliegues de las hojas, lo que provoca la pudrición. Recuerde: esta planta prospera en climas secos, por lo que no necesita fumigación.

Autor: Elena Gutiérrez editor de recursos de internet

Contenido
  1. Razón uno: demasiada humedad
  2. Segunda razón: incumplimiento de la estacionalidad
  3. Razón tres: frío y humedad.