A las sandías les encanta el calor y la humedad, y los veranos cortos o impredecibles no siempre permiten contar con una cosecha especial.
Para aumentar sus posibilidades, puede intentar no solo cultivar sandías utilizando el método de las plántulas, sino también plantarlas en un invernadero. He aquí cómo hacerlo.
Las sandías no necesitan tanto tiempo como las solanáceas para convertirse en plántulas completas. Basta con reposar en la maceta durante 3-4 semanas y podrás ir al invernadero a principios de mayo. Además, es mejor plantar plántulas de tres semanas en campo abierto y al menos un mes en un invernadero.
Pero es mejor centrarse en el clima y la temperatura del aire (20-25 grados). El suelo debe calentarse hasta +15 grados.
En primer lugar, para las sandías es adecuado un suelo ligero y fértil. Se puede mezclar turba, humus y arena lavada (1:1:0,5).
Los suplementos minerales se añaden después de que crece la primera hoja. Repetir después de una semana y media.
Los agujeros en el lecho del jardín se preparan a una distancia de 70 centímetros entre sí. Antes de que las plántulas echen raíces, debe controlar cuidadosamente la temperatura del aire; no debe superar los 30 grados en el invernadero.
Hasta que las sandías florezcan, se riegan cada dos días y solo con agua tibia. Y luego una vez a la semana, pero generosamente (unos 8 litros por plántula).
Cuando las sandías maduran, se detiene el riego.