Las fresas de jardín son una baya dulce y sabrosa. Cualquier veraneante que lo cultive quiere obtener la cosecha más abundante posible.
Es imposible cosechar muchas fresas si no aplicas fertilizantes y si te olvidas del riego regular.
Pero no se trata sólo de reponer la deficiencia de nutrientes y humedad.
Hay varias reglas más importantes, cuyo cumplimiento contribuye a la formación de una gran cantidad de bayas sabrosas.
Entonces, ¿de qué secretos estamos hablando de la alta productividad de las fresas?
Un veraneante que se comprometa a cultivar fresas no debe limitarse a una sola variedad.
Es deseable que en los lechos de fresas crezcan varias variedades de fresas de jardín a la vez.
La experiencia demuestra que este enfoque aumenta las posibilidades de una cosecha rica.
Es recomendable colocar película entre las filas. Además, el material debe ser negro.
La presencia de una película oscura en el suelo reduce significativamente el riesgo de aparición de malas hierbas.
Esto significa que las fresas recibirán suficientes nutrientes y humedad.
Aproximadamente 10 días antes de que maduren las bayas, se debe recortar el exceso de láminas de las hojas de los arbustos de fresa.
Puede quitar con seguridad cada dos hojas. Y antes que nada, es necesario cortar las placas que son una barrera para los rayos del sol.
Este procedimiento permitirá que las bayas reciban suficientes compuestos ligeros y beneficiosos. Las fresas se volverán de color rojo brillante, sabrosas y jugosas.