Es difícil encontrar un residente de verano que no cultive tomates en su parcela.
Para obtener una cosecha de alta calidad, no solo es necesario seguir todas las reglas de la tecnología agrícola, sino también elegir el lugar adecuado para plantar hortalizas.
Es importante recordar la regla de rotación de cultivos. Esto significa que no se puede plantar un cultivo de año en año en la misma zona, ya que el suelo se debilita y comienza a contener enfermedades y plagas.
Es por esta razón que es necesaria la rotación de cultivos para evitar que los problemas se propaguen.
Si los tomates se cultivaron en las camas, es mejor plantar abono verde después de ellos. Ayudarán a restaurar el suelo, desinfectarlo y también saturarlo con nitrógeno. Se puede dar preferencia a la mostaza, la facelia, la avena y el trigo sarraceno.
Además, después de los tomates, crecerán bien las legumbres, que también se pueden plantar como abono verde.
Puede plantar plantas crucíferas (repollo, rábanos, etc.), calabazas (calabazas, pepinos, calabacines), plantas paraguas, cebollas y plantas con patas de ganso (por ejemplo, remolacha). El maíz también dará una buena cosecha en una parcela así.
Naturalmente, los tomates y cultivos afines (la familia de las solanáceas) no se pueden replantar. Por ejemplo, berenjenas, patatas, pimientos, etc.
Si rompes la regla, las plantas solo tendrán enfermedades y plagas. En este caso, no vale la pena contar con una productividad excelente.