El secreto de las grosellas grandes: lo que hay que hacer con el arbusto mientras hay nieve.
Un procedimiento simple pero importante a principios de la primavera protegerá las grosellas de las plagas y proporcionará al jardinero bayas grandes.
El ácaro de las yemas es especialmente peligroso para las grosellas. Deshacerse de la plaga es más difícil que de otros parásitos.
El ácaro comienza su actividad antes de que aparezcan las primeras hojas en los arbustos. La plaga primero priva a los residentes de verano de su cosecha y luego destruye la planta. El ácaro se acurruca en los cogollos de grosella y se los come desde el interior.
Los jardineros experimentados comienzan a combatir la plaga a principios de la primavera, cuando se derriten los últimos ventisqueros. Para proteger las grosellas, basta con utilizar un método antiguo pero eficaz.
En marzo, la parte superior del arbusto se rocía con agua caliente, casi hirviendo. El método es antiguo y probado: la planta no sufrirá ningún daño si no retrasa el procedimiento.
Primero, se rocía el arbusto con agua caliente y luego se cortan los brotes dañados durante el invierno. Las grosellas se tratan con fungicida a principios de abril, cuando se forman las primeras hojas.
