La primavera es el momento perfecto para empezar a preparar su jardín de fresas para una cosecha abundante.
La fertilización adecuada es un paso fundamental para garantizar la salud y la productividad de sus plantas de fresa.
Conozca su tipo de suelo: comprender el pH y los niveles de nutrientes de su suelo es esencial para elegir el fertilizante adecuado.
Una prueba de suelo le dará una idea clara de lo que necesita su suelo y cómo ajustar el nivel de pH si es necesario.
Utilice el fertilizante adecuado: busque un fertilizante equilibrado que contenga cantidades iguales de nitrógeno, fósforo y potasio. El nitrógeno promueve el crecimiento de las hojas, el fósforo promueve el desarrollo de las raíces y el potasio ayuda a fortalecer la planta contra las enfermedades y el estrés.
El tiempo lo es todo: fertilice sus fresas en la primavera, justo antes de que comience un nuevo crecimiento. Esto asegurará que los nutrientes estén disponibles cuando las plantas más los necesitan.
Evite fertilizar en exceso: Demasiado fertilizante puede dañar sus plantas, provocando hojas amarillentas y un crecimiento lento.
Siga las dosis de aplicación recomendadas en el paquete de fertilizante y evite aplicar fertilizante directamente al follaje.
Considere opciones orgánicas: si prefiere usar fertilizantes orgánicos, considere usar abono, estiércol bien descompuesto o harina de sangre.
Estos fertilizantes naturales proporcionarán a tus plantas una liberación lenta y constante de nutrientes.
Utilice mantillo: Aplicar una capa de mantillo alrededor de las fresas ayudará a retener la humedad del suelo y eliminar las malas hierbas. Esto también ayudará a prevenir el escurrimiento de fertilizantes y a mantener los nutrientes en el suelo donde pertenecen.
Controle sus plantas: revise sus plantas con regularidad para detectar signos de estrés o enfermedad, como hojas amarillentas o retraso en el crecimiento.
Si nota algún problema, ajuste su régimen de fertilización según sea necesario.