Al inspeccionar las plantaciones, los residentes de verano notan que aparecen manchas amarillas en la parte superior de las plumas de la cebolla.
Los jardineros experimentados han identificado tres razones clave por las que esto sucede.
En primer lugar, estamos hablando de nitrógeno. Este macronutriente es responsable del crecimiento de la masa verde. Si falta, las plantas se vuelven amarillas.
Pero no vale la pena centrarse únicamente en los fertilizantes nitrogenados. El fósforo y el potasio también son elementos valiosos, por lo que es mejor aplicar fertilizantes complejos.
Las plumas afectadas por el óxido no se secan, sino que se cubren de manchas rojizas. La enfermedad puede aparecer si el enebro crece cerca.
Para que la cebolla sea resistente a las enfermedades, es necesario calentar los conjuntos antes de plantar. Vale la pena plantar el cultivo sin que se espese excesivamente. Las plantas enfermas se eliminan inmediatamente para evitar la propagación.
Los gusanos de la cebolla y los trips también pueden provocar un color amarillento. Las plagas se destruyen con insecticidas.