La popular fruta de hueso en forma de cereza crece en la mayoría de los jardines y proporciona a la gente bayas jugosas, saludables y aromáticas.
Debido a la prevalencia de árboles, puede parecer que no hay nada difícil en cultivarlos. Sin embargo, esto no es cierto. La cereza es una planta bastante caprichosa. Especialmente a la hora de elegir vecinos.
El factor más importante para el desarrollo cualitativo de las cerezas es el sol. Los árboles son de tamaño pequeño y, por lo tanto, no pueden crecer bien junto a cultivos altos que tengan una copa extendida.
El segundo punto importante es el tipo de sistema raíz. La cereza tiene raíces muy desarrolladas con numerosos brotes en la superficie del suelo. El sistema de raíces de una planta cercana debería ser aún más potente o muy modesto. De lo contrario, las raíces se entrelazarán y se quitarán nutrientes entre sí.
Las cerezas tampoco toleran las plantas que liberan sustancias activas al aire a modo de repelente. Pueden tener un impacto negativo en el rendimiento de los cultivos de frutas de hueso.
Las cerezas combinan bien con sus parientes de frutas de hueso. Se pueden plantar cerezas dulces, ciruelas, melocotones y albaricoques muy cerca de las cerezas. Se ayudarán mutuamente en la polinización, aumentando el rendimiento. Pero es importante recordar que la cultura ama la luz. Los árboles no deben tener una altura superior a 3-3,5 m.
Otros vecinos positivos son el espino y el fresno de montaña. En cuanto al sistema radicular, no entran en conflicto, lo que permite que el vecino dé buenos frutos. Además, el serbal y el espino repelen los pulgones, a los que les encanta darse un festín con las cerezas.
Al elegir un vecino, debes prestar atención a la madreselva. Será una buena planta compañera, ya que tendrá un excelente sistema radicular y un tamaño pequeño que no crea sombra.
En algunos tipos de cultivos hortícolas, las cerezas dan frutos muy mal. En particular, junto a las frutas de pepita. Son muy activos y toman toda el agua y los nutrientes. La cereza estará constantemente agotada.
También están contraindicados los árboles y arbustos altos con copa muy extendida, como tilos, robles, arces, olmos, etc. No sería la mejor idea plantar grosellas o grosellas junto a las cerezas debido a su abundante sistema radicular, que ocupa todos los nutrientes.
Está estrictamente prohibido estar cerca de un nogal. Este cultivo libera sustancias tóxicas al aire que pueden provocar que el cerezo se marchite.
Además, el árbol tiene una copa extendida con un follaje muy denso que bloquea la luz. Los cultivos de solanáceas también pueden considerarse una prohibición total. Suelen ser atacados por todo tipo de plagas y enfermedades, que se extenderán al cerezo.
El área cercana a los cerezos debe ajardinarse con cultivos con copas excepcionalmente limpias, no venenosas y sin carácter agresor. La mejor opción es plantar hierbas o flores que atraigan a los polinizadores.