Las cáscaras de semillas son un tipo de materia orgánica útil para el jardín. El artículo le dirá por qué puede resultar útil para un jardinero.
Los residuos de semillas de girasol son un material con un valioso componente orgánico, que no es inferior en sus características a la corteza, las cáscaras de nueces y el aserrín. La celulosa es el componente principal de la cáscara y tiene las siguientes propiedades:
• saturación del suelo con nutrientes;
• preservación de la humedad;
• aumentar la capacidad del suelo para conducir oxígeno;
• eliminación de peletero;
• control de plagas de gasterópodos.
Las cáscaras de semillas se pueden agregar con éxito al abono. Sin embargo, vale la pena recordar que la celulosa agota el nitrógeno del suelo. Para evitar que esto suceda y que el fertilizante sea útil, es necesario mezclar las cáscaras con estiércol. Este fertilizante se descompone en aproximadamente 1,5 años, después del cual puede usarse como mantillo o aderezo.
Las cáscaras quemadas tienen una composición rica en magnesio, fósforo y potasio. Tiene el poder de mejorar la nutrición del suelo, restaurar la estructura, destruir las infecciones por hongos y desoxidar el suelo. La ceniza se puede agregar seca a los agujeros o como fertilizante líquido.
La forma más sencilla de utilizar las cáscaras de girasol es como mantillo. El material elimina las malas hierbas, aísla, retiene la humedad y protege contra las babosas. Para mantener la cáscara liviana en su lugar, debes mezclarla con paja o corteza.
Para ahorrar tierra al plantar plántulas, es necesario mezclar la tierra con las cáscaras en proporciones iguales. En este caso, la cáscara servirá como fertilizante, aflojador del suelo y conductor de oxígeno. Además, ayudará a eliminar el exceso de líquido del riego a modo de sistema de drenaje.
Se sabe que en suelos con predominio arcilloso las plantas se desarrollan con lentitud. Para mejorar la condición del suelo con una estructura densa, se puede utilizar la cáscara primitiva simultáneamente con turba y arena, o sola. La cáscara de las semillas de girasol se descompone hasta 3 años, tiempo durante el cual enriquece el suelo pobre y afloja sus capas. Puede agregarlo al excavar con un cultivador o en hoyos para plantar.
Para que la cáscara aporte el máximo beneficio a la parcela del jardín, es necesario conocer algunas recomendaciones y seguirlas:
• las cáscaras deben ser de una calidad excepcional. Con olor a humedad y restos de podredumbre, provocará la aparición de hongos;
• antes de cubrir los lechos con cáscaras, primero hay que regar la tierra y esperar hasta que se absorba el agua. De lo contrario, el material ligero simplemente se esparcirá por el área;
• la cáscara tiende a endurecerse con el tiempo. La capa de mantillo no debe tener más de 5 cm;
• las cáscaras se descomponen rápidamente sólo si se agrega materia orgánica adicional. De lo contrario, tendrás que esperar más de un año para obtener resultados.
Los residuos de semillas de girasol son un fertilizante útil para el jardín y material para cubrir con mantillo. La cáscara ayuda a restaurar la estructura y la fertilidad, y satura el suelo con sustancias valiosas.