El calabacín es una variedad saludable de verdura. Contiene fibra, vitaminas A, C, D, minerales que normalizan el tracto gastrointestinal y los niveles de colesterol.
El calabacín es fácilmente absorbido por el organismo y se incluye en la dieta y en los menús infantiles. Para obtener todos estos beneficios, debes aprender a cultivar su rica cosecha utilizando varios trucos.
Al cultivar calabacines mediante el método de las plántulas, puede obtener una cosecha temprana de la verdura y comenzar a enriquecer su cuerpo a mediados del verano. Para hacer esto, debe elegir variedades de maduración temprana y remojar las semillas en agua durante 40 a 60 minutos.
Luego transfiérelos a un recipiente individual preparado, cubriendo con film. Antes de plantar en el suelo, las plántulas jóvenes solo necesitan ser regadas, excluyendo la fertilización. Se recomienda plantar árboles jóvenes a temperaturas nocturnas que no bajen de los +15 grados.
No todos los residentes de verano saben que los arbustos de calabacín necesitan la formación de una masa verde. El procedimiento debe realizarse en un día soleado, para que sin lluvia las áreas cortadas sanen sin atraer bacterias ni plagas.
Están sujetos a poda las hojas que yacen en el suelo y los ejemplares muy grandes que crean sombra y dificultan la ventilación del arbusto.
También es necesario cortar las flores estériles que extraen nutrientes del cultivo.
Para que los calabacines den buenos frutos, es necesario alimentarlos 3 veces durante la temporada:
• fertilización con nitrógeno el décimo día después de plantar las plántulas en el suelo;
• al inicio de la floración del cultivo con infusiones de hierbas nitrogenadas;
• el abono potásico al comienzo de la fructificación de los arbustos.
Se recomienda fertilizar rociando la masa verde. Para que las ricas composiciones de fertilizantes no dañen la masa verde, debe elegir un día nublado, cálido y sin lluvia.
El calabacín no es un cultivo que ame el agua. Se recomienda regarlos según sea necesario cuando la capa superior de tierra se seque. En climas moderadamente cálidos, la humedad debe introducirse una vez cada semana y media.
Es importante asegurarse de que el agua no se estanque al regar. El calabacín puede pudrirse rápidamente en tales condiciones. Además, es necesario dejar de regar por completo una semana y media antes de la gran cosecha. De lo contrario, los frutos acumularán agua, no se almacenarán bien y se pudrirán rápidamente.
Los primeros calabacines se deben recoger cuando alcancen una longitud de 15 cm. Esto creará estrés en el arbusto y estimulará una fructificación más activa. No se deben dejar los frutos hasta que estén completamente maduros, cuando forman semillas.
En este caso, el arbusto dedica toda su energía a la reproducción, olvidándose de dar fruto. Por lo tanto, cosechar calabacines tiernos es una forma de aumentar la cantidad de cosecha y comer frutos tiernos y jugosos.
Las recomendaciones enumeradas le permitirán obtener calabacines sabrosos y tiernos sin semillas duras, con la composición más concentrada. Además, el jardinero obtendrá una rica cosecha de cada arbusto, que se almacenará durante muchos meses.