Los veraneantes no ocultan su alegría al ver frambuesas grandes, pero el júbilo da paso a la decepción cuando llega el momento de probar la cosecha.
Hay bayas enormes en la palma de tu mano, pero casi no tienen sabor. Incluso el sabor favorito de frambuesa ha desaparecido en alguna parte.
Esto sucede por dos razones. Para descubrir por qué las bayas no tienen sabor, debes observar cuidadosamente el arbusto.
Por lo general, aparece un color desigual en el follaje, lo que indica una enfermedad grave de la planta. Las bayas no sólo son insípidas, sino que también se desmenuzan hasta formar granos.
En este caso, solo hay una salida: desenterrar el arbusto y plantar una nueva planta en otro lugar.
Si el arbusto se ve bien y no hay signos visibles de enfermedad, entonces el problema es el exceso de riego. Esto sucede debido a una idea errónea entre los residentes de verano.
De hecho, las frambuesas son un cultivo que ama la humedad, pero no se pueden comparar con el arroz. No vale la pena verter un frambuesa arrojándole una manguera.
El suelo debajo de las frambuesas debe estar húmedo, pero las inundaciones son perjudiciales para el sistema de raíces. Varias horas de agua estancada pueden matar las plantas.