El cuidado de las plantas de interior no es fácil e incluye una serie de procedimientos: regar, fertilizar, aflojar y... cortar.
Sí, sí, esta es exactamente la operación que realizan algunos jardineros con los cactus que crecen pacíficamente en los alféizares de sus ventanas.
En su opinión, esta operación es necesaria para proteger la planta de enfermedades fúngicas y reducir el riesgo de pudrición.
Se recomienda realizar un corte de pelo cuando la piel de la planta se haya marchitado y adquirido un tinte amarillento. Otra señal que indica que es necesaria una poda es que el cactus esté demasiado blando.
Importante: no debes cortar casi nada. En cambio, se deben seguir ciertas reglas.
Primero, primero retire el brote sano que echará raíces después del tratamiento.
En segundo lugar, si la planta se pudre a una altura de más de 15 cm, es mejor podar con una cuchilla de acero desde arriba. Retire las partes superiores 10 cm y, si el esqueje no está dañado, prepárelo inmediatamente para plantar.
La punta del corte debe afilarse para que la pulpa apenas sobresalga, pero no se debe tocar el anillo cambial. Espolvoréelo con carbón en polvo y envíelo a secar; este proceso demora hasta 5 días.
La plantación debe comenzar cuando la punta llegue al borde de la planta. Para ello, haz una depresión de 2 cm en el suelo, donde deberás colocar la planta. La maceta debe colocarse en un alféizar iluminado y rociarse periódicamente durante 30 días.