Si las semillas del tomate han brotado, es demasiado pronto para relajarse. Nos espera una etapa crucial en la que las frágiles plántulas pueden verse afectadas por enfermedades o debilitadas por la falta de nutrientes.
Para que los arbustos de hortalizas se mantengan sanos, es necesario inspeccionarlos con más frecuencia y responder a las señales que la planta envía al jardinero.
El primer paso es reaccionar ante los cambios en la forma de las láminas. Pueden acurrucarse hacia arriba o hacia abajo, y todo esto es algo a tener en cuenta. Hablemos de las razones.
Cuando las venas crecen más rápido que la lámina de la hoja, esto suele ser normal. Lo mismo ocurre con los pimientos, tras lo cual las hojas comienzan a rizarse.
Las características varietales también pueden ser las culpables si se cultivan las variedades "Cherry", "Fatima", "Honey Drop" y otras.
1. Cuando la causa es la desnutrición, las hojas pueden agruparse hacia arriba o hacia abajo. Para saber qué fertilizante aplicar, debe controlar el color:
tinte púrpura: falta de fósforo (las hojas se curvan hacia abajo), se agrega superfosfato o ammofosfato;
manchas de color amarillo anaranjado: no hay suficiente boro (las hojas se curvan hacia abajo), se usa una solución de ácido bórico;
el plato se enrolla: agregue calcio y, si las hojas se vuelven amarillas y secas, debe agregar hierro.
Cuando las puntas de las hojas están dobladas hacia abajo, no hay suficiente zinc, y si la placa está envuelta en un anillo, hay una sobredosis de nitrógeno.
2. Además, la temperatura del aire interior (más de 30 grados), el riego inadecuado y las enfermedades pueden ser los culpables.
En este último caso, es necesario tratar las plántulas contra la pudrición, el tizón tardío y la bacteriosis (fitosporina). La prevención se lleva a cabo con una solución de suero.