Cultivar tomates en invernadero es una excelente manera de obtener el máximo rendimiento.
Hay varios pasos importantes que se deben seguir al preparar el suelo para cultivar tomates en un invernadero, y comprenderlos le ayudará a garantizar una buena cosecha.
Es importante revisar el suelo antes de plantar tomates. El nivel de pH debe estar entre 6,0 y 6,8, que es ligeramente ácido. Los kits de prueba están disponibles en la mayoría de los centros de jardinería o en línea y pueden usarse para determinar los niveles de pH del suelo.
Si el nivel de pH es demasiado alto o bajo, puedes ajustarlo con cal o azufre en consecuencia.
Además, las pruebas pueden identificar posibles deficiencias de nutrientes que deben corregirse antes de plantar tomates en el invernadero.
Se debe agregar al suelo materia orgánica como compost o estiércol antes de plantar tomates en un invernadero. Esto proporcionará a las plantas los nutrientes esenciales y ayudará a mejorar el drenaje y la aireación del suelo.
El abono también puede actuar como fertilizante natural y ayudará a retener la humedad en el suelo durante los períodos secos.
Si usa estiércol, asegúrese de dejarlo reposar durante al menos seis meses antes de agregarlo a la tierra de su invernadero para que las bacterias dañinas tengan tiempo de descomponerse y eliminarse.
La aplicación de mantillo es un paso importante al cultivar tomates en un invernadero, ya que ayuda a controlar las malezas y al mismo tiempo retiene la humedad del suelo durante los calurosos días de verano. También ayuda a regular la temperatura para que tus plantas no sufran calor o frío extremos en condiciones climáticas extremas.
Al cubrir con materiales orgánicos como paja o virutas de madera, asegúrese de que estén distribuidos uniformemente por toda el área donde cultivará los tomates para que reciban una protección uniforme contra el calor y el frío durante toda la temporada de crecimiento.
En conclusión, preparar el suelo para cultivar tomates en un invernadero implica varios pasos, que incluyen probar los niveles de pH del suelo, agregar materia orgánica como abono o estiércol bien descompuesto y usar mantillo para mayor protección contra temperaturas extremas y el crecimiento de malezas.
Si sigue cuidadosamente estos pasos, se asegurará de que sus plantas de tomate tengan todo lo que necesitan durante la temporada de crecimiento.