El color amarillento de las plumas de las cebollas verdes es una muy mala señal.
Este fenómeno indica que al cultivo del jardín le falta algo. Quizás agua.
Es bastante sencillo reponer el déficit de humedad: para ello, basta con regar el lecho del jardín con más frecuencia para que el suelo no se seque.
Además, la planta puede carecer de nutrientes.
Presta atención a las puntas de las plumas amarillentas. Si están pálidas, entonces la cebolla necesita nitrógeno.
Es necesario regar el cultivo del jardín con una solución que contenga suficiente componente nitrogenado.
Para crear tal mezcla, debes usar amoníaco.
Para convertir este producto en un fertilizante nitrogenado hay que añadirlo a una gran cantidad de agua.
Debes tomar un balde estándar, llenarlo con agua y verter un poco de amoníaco (3 cucharadas).
El resultado es una solución que debe regarse desde la raíz de la planta vulnerable. Es recomendable realizar el trámite en horas de la tarde.
Si todo se hace correctamente y no se cometen errores, las plumas de cebolla devolverán el color verde intenso.