La primavera es el momento de alimentar los cultivos del jardín y agregar aditivos minerales y orgánicos al suelo.
En cuanto a los albaricoques, existe una opinión especial al respecto. El árbol responde a ambos tipos de fertilizantes, pero no se recomienda aplicar materia orgánica todos los años. Entendamos las sutilezas.
En esta época, como otras plantas, el albaricoque necesita nitrógeno, fósforo y potasio.
Además de enriquecer el suelo con nutrientes, los aditivos activan el crecimiento de los árboles, aumentan la resistencia a enfermedades y plagas y mejoran la fructificación.
1. La urea es excelente para la primavera y se aplica durante el tratamiento foliar o en el suelo.
2. Para favorecer el desarrollo armonioso del árbol, muchos jardineros utilizan fertilizantes complejos.
3. También se utiliza sulfato de potasio (2 cucharadas por 4 litros de agua). El aditivo se aplica cuando aparecen las primeras hojas y, una semana después, una mezcla de nitrato de amonio, superfosfato y potasio.
4. El compost se utiliza como fertilizante orgánico, mejorando la composición del suelo y favoreciendo la absorción de minerales.
Si el árbol crece en suelo arcilloso y en condiciones de falta de humedad, entonces no se puede descuidar este fertilizante.
El estiércol, así como el estiércol de pollo, se utiliza para aumentar la aireación del suelo y mejorar su composición.
La ceniza ayuda a normalizar los niveles de azúcar en los albaricoques, promueve el desarrollo de brotes jóvenes y también es útil para el desarrollo de las encías.
5. Además, el albaricoque se fertiliza con nitrato de amonio y sal de potasio. Esta última opción ayuda a aumentar la resistencia del árbol al frío y la sequía.
Los fertilizantes se aplican al suelo húmedo, en ranuras preparadas a lo largo del radio de la corona hasta una profundidad de 15 a 20 centímetros.