Las plantas de interior no son sólo decoración de interiores, sino también alegría y deleite para la vista.
Las propiedades beneficiosas de las plantas de interior no se limitan a esto. Muchos de ellos tienen propiedades curativas, liberan oxígeno, ayudan a mejorar la memoria y aportan vigor.
El cuidado de las flores de interior no se trata sólo de regar. Las plantas requieren atención y cuidados constantes: fertilizar y replantar.
Si nota que una flor aparentemente sana de repente comienza a marchitarse y parece letárgica, entonces la razón puede deberse a una replantación inadecuada.
Para evitar que la planta muera, es importante seguir la tecnología de trasplante y no cometer los errores más habituales.
Trasplantar plantas tiene sus propios matices y, a menudo, muchos jardineros cometen errores típicos que provocan la muerte de las plantas.
Una maceta demasiado grande puede provocar enfermedades y la muerte de las plantas. Elija una maceta nueva para que sea solo 2-3 cm más grande que la anterior.
Una maceta grande hará que se detenga el crecimiento de la parte aérea de la planta. Después de todo, las raíces deberán llenar todo el volumen de tierra. En este caso, la planta no podrá absorber completamente el agua y puede comenzar a pudrirse.
En cuanto a los fertilizantes, también es necesario aplicarlos correctamente. Las plantas de interior deben alimentarse entre 2 y 3 semanas después del trasplante. La nueva tierra ya está saturada de nutrientes y existe el peligro de sobrealimentar a las plantas.
En invierno, la mayoría de las plantas descansan y trasplantarlas durante el período de inactividad será muy estresante para ellas.
Puedes replantar plantas si el suelo está encharcado o ves que las flores empiezan a pudrirse, han aparecido plagas, o en otros casos similares.