En la primavera, los insectos asedian los árboles frutales: estropean la corteza, las hojas, eclosionan larvas, que también estropean las plantaciones.
Las hormigas, pulgones, gorgojos y otras plagas pueden causar muchos problemas a un residente de verano.
Sin embargo, los jardineros experimentados no esperan hasta que surja el problema real. Llevan a cabo medidas preventivas que ayudan a proteger los árboles.
El blanqueo se considera un método popular. Se preparan soluciones especiales, a las que se les añaden medicamentos antimicóticos como beneficio adicional.
Si no desea jugar con el blanqueo, los jardineros hacen un cinturón de caza con película, trapos o arpillera.
Para hacer esto, tome cualquier material y córtelo de modo que el ancho sea de 25 cm. El largo debe ser suficiente para envolver el tronco.
El cinturón resultante se ata a un árbol a 15-25 cm por encima de la base. La tela se cubre completamente con resina, alquitrán o pegamento especial para insectos. La correa debe cambiarse a medida que se adhieran las plagas, pero al menos una vez al mes.