Cualquier manzano necesita rejuvenecimiento con el tiempo; de lo contrario, no se puede evitar una caída en el rendimiento y enfermedades.
La poda de árboles es una especie de reinicio que lleva la planta a un nuevo nivel y ayuda a deshacerse de las ramas innecesarias.
Este es un procedimiento muy importante, pero la probabilidad de cometer un error es bastante alta. Al podar un manzano, debes seguir 2 reglas importantes.
Cuando cojas una podadora o una sierra, no debes quitar todo el exceso de una vez. Si el árbol no ha sido rejuvenecido durante mucho tiempo, es mejor distribuir el trabajo en 2-3 temporadas.
Si la planta nunca ha sido podada y luego decide eliminar los brotes viejos y enfermos a la vez, puede dañar gravemente el árbol. Las consecuencias son diferentes: una larga recuperación, una caída de los rendimientos, enfermedades e incluso la muerte.
Algunos veraneantes quieren ser más astutos que la naturaleza, por eso cogen las tijeras de podar en febrero o incluso antes, cuando todavía hay ventisqueros.
A temperaturas bajo cero, las ramas delgadas son frágiles. Si podas en invierno, en verano el manzano sangrará jugo durante mucho tiempo.
El comienzo de la primavera es mejor para podar, cuando las temperaturas bajo cero quedan atrás, el sol se calienta, pero el flujo de savia aún no ha comenzado.