La eliminación despiadada e irrazonable de las hojas de los tomates no traerá beneficios, sino daños.
Cada planta madura debe tener entre 12 y 13 hojas sanas. Son necesarios para una buena ventilación del arbusto vegetal.
En las zonas del sur con climas cálidos, para mantener un estado confortable, la planta debe evaporar la humedad.
Las hojas también son necesarias para la absorción de nutrientes y la nutrición del arbusto y los frutos.
Después del proceso de fotosíntesis, que ocurre en las hojas, los jugos nutritivos ingresan a los frutos.
Una cantidad muy pequeña de hojas en un arbusto puede afectar el sabor de la fruta.
Retire las hojas de los tomates con regularidad para:
• mejor ventilación, especialmente en el nivel inferior;
• reducir el proceso de evaporación de la humedad;
• mayor nutrición de los frutos y floración y formación intensivas de frutos;
• prevención de enfermedades, especialmente aquellas que tocan el suelo;
• mejor maduración de los frutos, por encima del racimo de tomates maduros;
• mejor formación de raíces durante la siembra profunda.
Las hojas de tomate también son esenciales para la planta, al igual que el tronco y las raíces.
Para aumentar el rendimiento y fortalecer la planta, elimine periódicamente las hojas viejas y amarillas. Pueden traer enfermedades infecciosas y fúngicas a la planta.
También es necesario arrancar las hojas del lado norte del arbusto para una mejor iluminación del sol. Arrancan las hojas inferiores para que no se espesen y toquen el suelo cerca del arbusto.
Eliminación de brotes y hojas que crecen en el racimo de frutos. Después de la formación de 8 racimos de frutas, se pellizca la parte superior del tallo para que los tomates puedan madurar.