Los residentes de verano experimentados dicen que las grosellas deben alimentarse con cáscaras de papa.
En este caso, los arbustos crecen y se desarrollan con normalidad, y además dan frutos en abundancia.
El caso es que la piel de este tubérculo alimenta no al arbusto en sí, sino a los microorganismos que viven en el suelo, haciéndolos más accesibles.
Como resultado, se puede observar una dinámica positiva después de dicho fertilizante.
Puedes aplicar fertilizante de varias maneras.
Por ejemplo, basta con colocar las cáscaras debajo del arbusto o cavar una zanja alrededor de las grosellas y las cáscaras acumuladas se pueden enterrar allí.
Puedes moler las cáscaras secas hasta convertirlas en harina y espolvorearlas sobre la tierra.
Algunos jardineros prefieren remojar las cáscaras de papa en agua durante 2 o 3 días y luego verter esta mezcla debajo de los arbustos.
Es importante tener en cuenta que dicho fertilizante no es adecuado para aquellos arbustos que crecen junto a solanáceas (patatas, pimientos, tomates o berenjenas).