Incluso los árboles fuertes y sanos no pueden soportar fácilmente el invierno, por lo que en primavera es necesario darles nutrición adicional.
Gracias a esta alimentación, las plantas se despertarán rápidamente después de la estación fría y comenzarán un crecimiento activo.
Este producto farmacéutico normaliza la microflora de la tierra y fortalece la inmunidad de las plantas.
Si en invierno los árboles son dañados por roedores o aparecen agujeros por heladas, los daños deben limpiarse y cubrirse. El ácido succínico ayudará al manzano a recuperarse más rápido y a curar las heridas.
Se disuelven 3 g de ácido succínico en 10 litros de agua y la composición se complementa con 25 ml de amoníaco. Esta cantidad es suficiente para un árbol pequeño.
Para plantas adultas, la dosis se puede aumentar de 2 a 3 veces. En cuanto a las plántulas, les basta 1 g de ácido succínico y 10 ml de amoniaco.
El amoníaco contiene nitrógeno, un macroelemento que las plantas necesitan para desarrollar masa verde. Este componente inicia la formación saludable de los árboles, lo que conduce a una fructificación abundante. Pero no debemos olvidarnos de otros dos macroelementos importantes: el fósforo y el potasio.