Muchos veraneantes cultivan cebollas en sus jardines.
El cultivo no tiene pretensiones, con un mínimo cuidado da una buena cosecha y la masa verde es excelente para preparar ensaladas saludables.
Pero sucede que las plumas de la cebolla comienzan a ponerse amarillas mucho antes de la fecha prevista.
En tales situaciones, es necesario tomar medidas inmediatas para corregir el problema.
Una simple alimentación con un balde de agua y 2 cucharadas de amoníaco ayudará en tal situación.
Las camas deben estar bien humedecidas previamente. Es necesario regar desde la raíz, pero después del atardecer, y es importante que el producto no entre en contacto con las plumas.
También es eficaz una infusión de ceniza durante 2 días. Primero se debe diluir un litro de concentrado en un balde de agua antes de regar los lechos.
Los jardineros también notan los beneficios del sulfato de potasio.
Para preparar el abono es necesario coger únicamente una caja de cerillas de producto por litro de agua. Este fertilizante se debe utilizar después de regar con agua limpia.